¿Cómo encontrar proveedores confiables en China?
La mayoría de las empresas que se acercan a nosotros ya han hecho algún intento de importar desde China. Algunas tuvieron suerte. Otras... no tanto.
En estos años vi de todo: contenedores con mercadería que no era lo que se había pedido, facturas mal hechas que complicaron la nacionalización, y proveedores que desaparecieron apenas recibieron el pago. Y en más de una ocasión, todo eso ocurrió aunque la búsqueda se había hecho en plataformas como
Alibaba, que —si bien son útiles— no son garantía de nada.
¿Realmente se puede confiar en un proveedor “verificado”?
Esa es una pregunta que escucho todo el tiempo.
Y la respuesta es: depende.
Muchas de estas plataformas muestran “sello de proveedor verificado”, “Gold Supplier”, “Trade Assurance”, y un montón de insignias más. Pero en la práctica, he conocido casos donde esos proveedores enviaron productos que no cumplían lo acordado, o simplemente no tenían idea de cómo debía ser la documentación comercial para exportar a Argentina o a España.
Entonces, ¿significa que no sirven? No. Significa que
sirven como punto de partida, no como garantía de éxito.
Hay cosas que solo se ven estando en China
Nosotros tenemos una ventaja que hace la diferencia: trabajamos con una persona que es de China, trabaja con fabricantes hace más de 30 años, que habla el idioma, conoce la cultura y, sobre todo, entiende cómo funciona el comercio exterior desde los dos lados del mundo.
No es lo mismo negociar con alguien desde una oficina en Buenos Aires, Madrid o Montevideo que tener a alguien que puede ir a la fábrica, hablar directamente con el responsable, revisar la mercadería y confirmar que todo esté bien antes de embarcar.
Esa cercanía es la que te salva cuando las cosas no salen como estaban en el papel.
Lo que suelo decirle a cada cliente que está empezando
Antes de cerrar con cualquier proveedor, yo siempre recomiendo algo muy simple: pará y preguntate si te sentís seguro.
¿Confías en la persona con la que estás negociando? ¿Tenés claro qué documentos va a enviar? ¿Sabés si esa fábrica ya exportó a tu país antes?
Si no podés responder esas preguntas con certeza, entonces todavía estás a tiempo de evitar un problema.
Y no es que lo diga para venderte un servicio. Lo digo porque ya vi cómo termina cuando no se hace ese trabajo previo.
Hacerlo bien desde el principio te ahorra muchísimo después
Cuando nos piden ayuda para buscar un proveedor confiable en China, no nos limitamos a pasar un par de nombres. Nos tomamos el trabajo de entender qué necesitás, cuál es el uso del producto, si hay exigencias específicas del destino (certificaciones, etiquetas, registro sanitario, etc.) y recién ahí empezamos la búsqueda.
Y si ya tenés un proveedor elegido, también podemos entrar en juego. Revisamos la documentación, nos aseguramos de que todo esté claro, hablamos con el proveedor si hace falta, y seguimos la carga hasta que llega.
No es magia. Es experiencia aplicada.
¿Y si no tenés equipo propio para importar?

Muchos clientes prefieren que nos encarguemos de todo: la compra, el envío, el despacho y la nacionalización. Lo hacemos con nuestra propia firma cuando es necesario. O acompañamos a tu equipo si querés aprender y hacer el proceso en conjunto.
También tenemos soluciones de triangulación, asesoramiento fiscal, y hasta capacitaciones personalizadas si querés formar internamente a alguien de tu empresa.
Pero todo eso viene después. Lo más importante es empezar bien.
¿Entonces, qué recomiendo?
Usá Alibaba, usá Global Sources. Son herramientas válidas.
Pero no creas que con eso ya tenés el trabajo hecho.
Y si no tenés el tiempo, el conocimiento o el equipo para validar lo que estás por comprar,
dejá que te ayudemos. A veces un pequeño ajuste a tiempo evita un gran problema después.